Con hambre de cambio
Las papas fritas de la producción europea se exportan con altos costos ambientales al país de origen de la papa, Perú, donde todavía hay casi 4.000 variedades de papa. Estas variedades de papa nativa son cultivadas por pequeños agricultores que en gran medida carecen de acceso a mercados rentables. Mientras tanto, las explotaciones agrícolas a gran escala en Perú exportan productos como espárragos, uvas y pimientos que han generado un crecimiento significativo en la agricultura peruana. Sin embargo, solo unas pocas se benefician de este crecimiento ya que el 50% de la población peruana vive por debajo del umbral de pobreza y muchos pequeños agricultores sufren de desnutrición crónica, especialmente entre las poblaciones indígenas. Este ejemplo ilustra que la forma en que producimos y consumimos alimentos impacta negativamente en las personas y en nuestro planeta.